Vida artificial

La vida artificial trata de reproducir los procesos y comportamientos de los seres vivos de forma artificial. Se puede decir que es un intento de creación de lo que entendemos por vida. Y son la matemática y la algoritmia las herramientas que permiten su simulación.

Pero, ¿qué entendemos por vida?. Para el astrofí­sico Carl Sagan su definición preferida de la vida es la siguiente:

«Un ser vivo es cualquier sistema capaz de reproducirse, de mutar y de reproducir sus mutaciones».

¿Puede entonces un algoritmo cómo por ejemplo un virus informático ser considerado vida? ¿O es necesaria su existencia fisico-quí­mica?

Pues una vez más las posturas parecen estar encontradas, para unos la vida no depende del medio físico-quí­mico y para otros es condición indispensable.

La mente nueva del emperador

De nuevo, en este libro de Roger Penrose se estudia el problema de la inteligencia artificial, si circuitos construidos tomando el cerebro cómo modelo podrán llegar a poseer inteligencia.

¿Y cuál es su conclusión? Pues que para conocer el funcionamiento real del cerebro es necesaria la teorí­a del todo, aquella que aúna la explicación de lo «micro» y lo «macro», una unificación que trae de cabeza a los cientí­ficos.

Un nuevo tipo de ciencia

A new kind of scienceRespecto del universo, Wolfram dice que la regla que describe su funcionamiento no será demasiado impresionante, así­ como no lo fue finalmente la ubicación de la tierra en él; ‘probablemente lleve tres o cuatro renglones de programación’ (en el lenguaje Mathematica).

Después de esta afirmación seguro que te interesa conocer a su atrevido autor, ¿verdad?. Pues no es ni más ni menos que Stephen Wolfram, el desarrollador del lenguaje «Mathematica», que después de años de investigación quiere revolucionar el mundo cientí­fico con las afirmaciones publicadas en su libro A New Kind of Science, libro que ahora es posible leer online.

Un controvertido autor que ha arriesgado mucho publicando este libro que parece no ha gustado a la comunidad cientí­fica ni a sus lectores por sus objetivos tan ambiciosos.